Jun
21

EL ESTRES Y LA RELAJACION

            El estrés está considerado como el principal problema de salud de nuestro tiempo. El estrés es el estado tensional que se produce en nuestro cuerpo y en nuestra mente ante ciertos estímulos que nos exigen una gran responsabilidad, una especial concentración , un estado de alerta, o una respuesta rápida o difícil que nos cuesta dar. Es precisamente ese estado el que nos permite poner el 100% de nuestros cinco sentidos cuando lo necesitamos, pero podemos comprobar que inmediatamente después de que ello sucede nos sentimos agotados. Es decir, permite tanto al cuerpo como a la mente responder cuando se necesita, pero éstos se cansan.

Sin embargo, las circunstancias de la vida actual nos provocan cada vez más estímulos de ese tipo, tanto en nuestra vida laboral como en el resto de nuestra vida cotidiana; y muchas veces de forma innecesaria: la competencia por el trabajo, las deudas en que nos metemos, la escasez de tiempo para salir con todo lo que tenemos que hacer, el tráfico caótico, etc. Las situaciones de estrés dejan de ser situaciones puntuales para convertirse en estados permanentes, por lo que nuestra sensación de agotamiento es también permanente.

En estas condiciones, y aunque a no todas las personas afecta por igual o en la misma forma, nuestra mente empieza a manifestar su rechazo a las mismas provocando, además del cansancio; bloqueo mental, tristeza, depresión, ganas de huir y dejarlo todo, y hasta de morirse. Nuestro cuerpo también empieza a manifestar su rechazo mediante dolor de cabeza, o autolesionándose en sus órganos, desde la caída del cabello, hasta infartos del corazón. Son consecuencias particularmente características del estrés los problemas en el sistema digestivo, tales como gastritis, úlceras, etc.

En definitiva, aunque el estrés en pequeñas dosis es bueno, en altas dosis es muy dañino, pudiendo llegar a matar indirectamente. De poco sirve tratar las manifestaciones físicas si a la vez no se combate el propio estrés. Para ello la recomendación sería evitar en lo posible de las fuentes de estrés; al menos de aquellas que sí podemos controlar (algunas deudas, o compromisos innecesarios, por ejemplo), ya que muchas de ellas escapan a nuestro control. Alejarse en forma temporal (unas vacaciones) de dichas fuentes también es recomendable, pero tampoco es una solución para todos los días. Para nuestra vida cotidiana lo más recomendable es la introducción a técnicas de relajación. Existen numerosas técnicas que se pueden practicar con asiduidad, y entre las que podemos encontrar aquella que nos es más efectiva.

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