Todo niño tiene sus ídolos. Puede tener muchos de ellos en diferentes ámbitos y niveles. Pueden ser deportistas o actores. Estos están en un nivel real, pero, aunque sueña en ser como ellos los ve muy lejanos e inalcanzables. Pueden ser también personajes de ficción, superhéroes. Quizá estos están más cercanos porque pertenecen al mundo de la fantasía que para el niño es tan importante, pero un niño normal no deja de ser consciente de que dichos ídolos no existen en la realidad.
En el plano de la realidad, y muy cercano, tiene como ídolo a su padre; pero éste no deja de estar en otro nivel; es, simplemente, el padre, el adulto, el educador, la figura de autoridad. Quisiera ser como él, pero no por ahora, sino cuando sea grande, es decir, dentro de muchos años. Cuando el niño tiene un hermano mayor y la diferencia de edad es pequeña, el hermano suele jugar el papel de compañero de juegos y a la vez rival en muchos aspectos. Pero cuando la diferencia de edad es significativa, es muy común que el hermano mayor se convierta en el ídolo más cercano del niño.
Quizás el hermano juegue al fútbol en algún equipo local. Claro, no es una estrella del Real Madrid o el Barcelona, pero lo puede ver y tocar,. Tal vez el hermano toca la guitarra; no pertenece a los Rolling Stones, pero vive con él, y hasta quizás comparte su cuarto, y su guitarra está ahí. Probablemente el hermano ya tiene novia; no es un galán de Hollywood, pero le ha visto besarla en la realidad; no en la pantalla.
El hermano mayor es ese personaje que hace lo que el niño quisiera hacer en el presente o en un futuro próximo; además quizás hasta ya puede manejar carros, y más cerca no lo puede tener. Vive en su casa; es de su misma familia, y, a diferencia del padre, no es padre, sino que es hijo como él, es decir, está a su mismo nivel, y se identifica plenamente con él. El hermano mayor se convierte así en el ídolo más real y cercano que el niño puede tener. Si le dieran la oportunidad, seguro que jugaría en el Real Madrid o el Barcelona, tocaría en la mejor banda del momento, haría películas con Jeniffer López, y sería campeón mundial de automovilismo.
Esta circunstancia tan natural puede ser muy favorable para estimular al niño en el cumplimiento de sus responsabilidades cotidianas, tanto escolares, como familiares; contando con la colaboración del propio hermano, quien al ser ídolo se convierte automáticamente en una referencia muy importante para el menor. En este caso ya no es la figura de autoridad (los padres) quien le dice lo que debe hacer, sino que es ese ídolo tan cercano, y de su mismo nivel, quien le da el ejemplo que debe seguir. Contar con la colaboración del hermano mayor también dependerá de la relación de éste con los padres, y de su nivel de madurez.