Sí, el modelo de familia nuclear formado por la pareja y los hijos. ¿Debe ser este el modelo de referencia? Bueno, no pretendo ser dogmática al ofrecer respuestas, pero quisiera compartir algunas reflexiones. Evidentemente, este es el modelo de referencia para la gran mayoría de personas, el que a casi todos nos viene a la mente cuando hablamos del concepto de familia, el que generalmente sirve de referencia en la mayoría de sociedades en el mundo, y el que, en general, ha servido de referencia históricamente. Todo ello sugiere que debe ser por algo. ¿Será porque es el que mejor funciona?, ¿será que culturalmente es el que a la mayoría siempre nos han inculcado? ¿Será porque hay cierto instinto dentro del ser humano que nos lleva hacia ello? ¿O será un poco de todo?

Lo de que es porque se nos ha inculcado culturalmente tiene bastante de cierto. En culturas con otras formas de familia, es hacia ellas a las que tienden las nuevas generaciones. La cultura de una sociedad siempre es un poderoso argumento. Lo de que hay cierto instinto en el ser humano que nos inclina hacia dicho modelo parece ser cierto dentro de nuestra cultura occidental (y también otras). De hecho somos los adultos los que por diversas circunstancias rompemos el modelo, pero no he conocido niño al que no le gustaría estar integrado en una familia de padres e hijos estructurada, unida y funcional. Por contra, se puede detectar cierto sentimiento de envidia y baja autoestima en casi todos los niños que están en otras condiciones al verse al lado de los primeros.

Y eso de que es el que mejor funciona pareciera desmentirlo la actual crisis de dicho modelo familiar, porque es evidente que está en crisis; y si funcionase bien, ¿Por qué iba a estar en crisis?. Sin embargo, me surge una duda. El hecho de que los niños vean dicho modelo como ideal, para luego, al ser adultos, en muchos casos no adoptarlo, o bien adoptarlo y luego romperlo en muchos otros casos, parece indicar que frecuentemente sucede algo entre ambas etapas de la vida que les lleva hacia caminos diferentes del que consideraban ideal. O bien, que ya en la adultez se dan cuenta de que lo que antes veían ideal es, en realidad, una quimera.

Sin embargo, hay otras muchas familias clásicas que funcionan bien o muy bien, y que demuestran que dicho modelo es perfectamente factible; que no es ninguna quimera. Familias que no parecieran tener que estar soportando una “pesada carga” por el hecho de estar constituidas como tales, sino todo lo contrario, disfrutando de una estabilidad emocional y una serenidad más difíciles de encontrar en otros modelos de convivencia (o de soledad). De hecho, no solo los niños, sino incluso la mayoría de adultos que viven bajo otro modelo, reconocen que si pudieran tener una situación familiar así, no dudarían en aceptarla.

Todo ello da a entender que dicho modelo familiar sigue siendo el ideal para la gran mayoría, pero entonces… ¿Por qué está en crisis? ¿Qué es lo que sucede para que la familia clásica se rompa, para que se deje de creer en ella, o para que, simplemente, las circunstancias nos lleven por otro camino diferente? El próximo miércoles empezaremos a analizar todo eso.