Ago
5

EVITE CRIAR TIRANOS

            Cada vez es más frecuente escuchar términos como “niño tirano” o “niño dictador”. Se trata de niños que se creen el centro del universo, y que todo y todos solo tienen la tarea de complacerle y trabajar para sus caprichos. Son personas  que no aceptan una negativa como respuesta. Arroja la comida si no le gusta algún ingrediente, rechaza la ropa si no le gusta y hasta escupe una bebida si no es de su agrado… Sin embargo, detrás de él están los que alimentan esa actitud, los padres, que lo tratan como si el sol saliese cuando él lo ordena.  

            Criar a alguien bajo esos parámetros, dándole tanto poder, puede ser muy peligroso, por eso también se le conoce como “Síndrome del Emperador”. No solo será un niño tirano sino también sumamente inseguro, ya que tarde o temprano chocará con una realidad: descubrirá que el mundo no gira a su alrededor como los padres le hicieron creer. Por otro lado, y por su mala conducta, es proclive de recibir maltrato de la gente que él cree le obedecerá y cumplirá sus caprichos al pie de la letra. Pero no todos serán como los padres y, quizás, abuelos.

            Lo primero que necesitan los padres es aprender a decir que no, reaccionar ante la situación y empezar a corregirle y a limitar sus acciones y constantes caprichos. Sin embargo, en la mayoría de los casos los padres y todos los que fomentan esta conducta, piensan que es gracioso. No lo ven como algo grave y piensan que al crecer, como por arte de magia, lo malo desaparecerá. Por supuesto que no es así, y se necesita enderezar la conducta lo antes posible. Cuanto más tarde, más difícil.

            Si los padres intervienen, tal vez hasta los 12 años, aun es posible corregir el rumbo. Media vez que inicie la edad de socializar con niños de su edad y al entrar a la adolescencia será mucho más difícil. Incluso llegará un momento en que se dará cuenta que los que le permitían todo le han hecho un enorme daño y utilice de forma manipulativa la culpa de éstos. De hecho, en muchos casos estos niños tiranos agreden a sus padres, ya sea verbal o físicamente. 

            La clave, como casi siempre, pasa por quienes los educan: es decir los padres y algunas veces los abuelos. Pero si en casa se sientan las bases correctas, es más difícil que no entren en razón. Hay algunos niños más proclives que otros, especialmente los hijos únicos, los que padecen enfermedades que a la vez pueden ser provocadas de forma inconsciente. A veces es el hermano pequeño; en otras, el mayor; también sucede en hijos adoptados, y en hijos de padres mayores. Las estadísticas dicen que este fenómeno se da más entre clases altas y medias, y más entre niños que entre niñas. 

            Poner límites, pocos pero claros, es fundamental, y esa es tarea de los padres. Ellos son los primeros que deben educarse. Como decía Napoleón: «Los hijos se educan veinte años antes de que nazcan”. 

Deja un comentario