Quisiera en esta ocasión hacer una breve reflexión sobre la forma de tratar ciertas noticias trágicas por parte de los medios informativos, recreándose en los gestos de dolor de víctimas o en los llantos y lamentos de familiares. Desde hace tiempo algunos hemos cuestionado la ética de la práctica periodística cuando la cobertura de la noticia incluye, además de la propia noticia desde la perspectiva más macabra, el sensacionalismo que imprimen los gestos de dolor de los afectados; y hemos hecho a la profesión periodística una petición de respeto al dolor ajeno, al tiempo que un respeto también para el televidente, aunque esto último no está tan claro.
Y es que, además del periodista y del objeto de la noticia, hay un tercer componente: el receptor, es decir, la sociedad. Un comunicador tiene tanto más éxito cuanto más interese al receptor lo que comunica. ¿Serán, entonces, los periodistas los únicos responsables de esta situación? ¿No será que los comunicadores saben que ese sensacionalismo es un complemento importante que hace la noticia más atractiva para el receptor? No para todos, pero sí para la mayoría. ¿Por qué la noticia ofrecida de esa manera es más atractiva? ¿Por qué tienen tanto éxito esos programas en los que los invitados, después de exponer sus novelescas historias, lloran y terminan insultándose y agrediéndose físicamente ante millones de espectadores? ¿Quién es el que no tiene respeto por el dolor ajeno, el comunicador que da la noticia con morbo, o la población morbosa que la recibe complacida? Creo que ambas partes.
Y como por algún lado hay que romper, quisiera pedir a la población que apague su televisor cuando vea situaciones o programas de este tipo, pero como sería pedirlo en vano, apelaría a la responsabilidad profesional de los comunicadores para informar, formar y entretener sin que ninguna de sus tres funciones básicas atente contra las otras, especialmente contra la de formar, que suele ser la víctima de las otras dos.
Creo muuuy acertado su razonamiento en la plantacion de este tema, sin embargo ante la ultima pregunta que se hace me gustaria comentar lo siguiente: Para empezar LO QUE MAL EMPIEZA MAL ACABA, Todos devemos estar concientes de que tenemos en nuestro ser semillas no nomas de «virtudes» sino tambien de «defectos» entre los cuales milita por cierto la semilla que si la «CULTIVAS» crecera en un arbol fuerte y frondoso llamado «MORBO»…
La «PROFESION» de periodista, columnista, exponedor o como quiera que se llame a la actividad de informar deveria estar «RESPONSABLEMENTE»asignada solo a personas que esten COMPROMETIDAS CONSIGO MISMAS para no «ALENTAR» en ninguna manera ni la GERMINACION de estas «semillas» MUCHO MENOS contribuir a su crecimiento por medio de la elavoracion de su trabajo. hacer lo contrario simplemente me parece UNA COBARDIA ya que es una manera SEGURA de PERVERTIR el alma de tus semejantes…..que aunque cada uno es responsable de su propia conducta el abusar de LA IGNORANCIA de alguien es simplemente otra COBARDIA….
De acuerdo, Quirino; sin embargo, plantéese una cosa. Un medio de comunicación que no ofrece lo que el espectador quiere escuchar, no tiene audiencia, y, por tanto, no tiene futuro y quiebra, porque la audiencia es la razón de ser de los medios de comunicación. o sea, que de algún modo estoy trasladando parte de la responsabilidad a la propia audiencia, a la cual, le interesa el morbo. Este es un tema que me interesa, y que he analizado en alguna medida, y mis conclusiones son que el morbo interesa más donde el nivel educativo es menor, e interesa menos donde el nivel educativo es mayor. O sea, que es también un problema educativo de la gente, y la educación se basa en la familia, y esa es una clara deficiencia que tiene nuestra sociedad salvadoreña. Ahora bien, siendo eso así, creo que los medios de comunicación que se exceden en el tinte que le dan a la información, no están haciendo nada por superar esta deficiencia, más bien al contrario, se alimentan de sangre y profundizan en la herida.