Ago
16

SEXUALIDAD

Desde siempre, hablar de sexo ha sido un tema tabú y aun ahora que la sociedad se ha vuelto más amplia y libre, todavía nos cuesta derribar esa barrera. Peor aún, es más difícil cuando nos referimos a nuestro entorno y el de nuestros hijos. En las sociedades primitivas la conducta con el sexo era más bien como los animales: acceso según la demanda. Sin embargo, a medida que el hombre fue evolucionando y mostrando más pudor en la vestimenta, de igual manera la función sexual se volvió más recatada, pero no así disminuida. 

El hombre busca a la mujer de una forma más compulsiva que ésta. A ellas se les educa en el decoro, y aunque inician su libertad sexual al inicio del descubrimiento de los métodos contraceptivos, la revolución sexual y el auge de las mismas entre parejas de iguales, sigue siendo común el mismo tipo de educación en el decoro, muy diferente a la del hombre. Actualmente se ha logrado cierto equilibrio, aunque el hombre -de forma machista y para tener más control en su entorno de mujeres- sigue tratando de mantener el status quo. 

No hay que confundir revolución sexual con conducta sexual compulsiva o adicción sexual. Esta puede comenzar con la práctica de la masturbacion y/o ver pornografia. El sexo tiene un complemento de placer, que es altamente relajante. Ese proceso puede dar incluso problemas entre las parejas sexuales, ya sea porque aún no hay compromiso o porque la pareja no puede mantener la demanda del obseso sexual. Muchas veces llegará a usar fármacos para exacerbar su respuesta sexual que le produce placer y relajación o disminución de sus tensiones y ansiedades. 

Muchas veces, esta conducta se vuelve tan obsesiva que se socializa menos y además empiezan a aparecer culpas generadas de la exigencia de otras ocupaciones y/o personas. Empieza, entonces, un círculo de placer-culpa debido a que la actividad ya le produce demasiados problemas.  Otro caso de problemas en las relaciones sexuales es cuando éstas son en la distancia; o sea cuando la pareja, por alguna razon está separada. El sexo es un acto físico, por lo tanto es complicado manejar una relación sexual estando distante geográficamente. Con la tecnología actual hay personas que utilizan teléfono y computadoras para intercambiar sexualidad, pero en la medida que el amor y la compenetración se hacen cada vez mayores, más necesidad habrá del componente corporal. Una caricia, un abrazo, o un beso de la persona amada, no pueden ser proporcionados por la tecnología

Nos han criado con muchos tabúes y sensaciones de culpa en toda nuestra educación, sobre todo en la medida que pertenecemos a una práctica religiosa, y muchas veces porque esta cultura  se conjuga con abusos sexuales que marcan al individuo vejado como culpable de haber sido abusado. Un gran ejemplo de esto son los sacerdotes que ejercen pederastia o cualquier relación sexual y que la justifican aún ante la propia víctima, como debido a que son muy seductores(as) y les han hecho pecar. 

A consecuencia de ello, a veces es imposible llegar a tener relaciones sexuales normales, y es común el aparecimiento de frigidez o dificultad para excitarse y tener orgasmos, dificultades de eyaculacion, de modo que se precisa realizar una asesoria sexual y de parejas. Pero aún en la sexualidad más sana la consejería puede venir bien; más aún en los casos de problemas como los expuestos con anterioridad. La terapia también es recomendable cuando hay conductas impulsivas y en general siempre que se tenga la sensación de que algo no está bien.   

En estos tiempos, buscar al sexo opuesto es todo un desafío puesto que hay que sociabilizar en un mundo cada vez más lleno de personas que no se conocen entre sí o en una sociedad en la que todos “los casables” ya están «casados». En ese sentido, las apps de citas son una excelente solución. Y cuanto más serias y más datos sinceros se pone en los perfiles, mejor. 

Recomendación: no iniciar contactos personales ni dar informaciones de domicilio ni teléfono hasta tener un conocimiento más real y personal. Se suele recomendar iniciar  este conocimiento  en espacios abiertos y donde haya muchas personas en caso de que un miembro haya dado información falsa o intente sobrepasarse. Siempre buscar sitios públicos, al menos en los primeros encuentros y hasta establecer un marco de más confianza. En general, más allá de los tabúes, es importante una buena educación sexual. Una persona bien informada es alguien más capaz de saber cuidarse a sí mismo y tomar decisiones apropiadas. 

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