Definitivamente, de los valores espirituales universales, como el amor, la verdad, la rectitud, la paz, el sentido de la responsabilidad, el esfuerzo, la superación, etc. ninguno de ellos se enseña fundamentalmente con lecciones o con sermones, sino con el ejemplo en la convivencia; se aprenden viviéndolos; pero sobre todos ellos, el amor. El amor es una necesidad inherente al ser humano, y no se enseña; simplemente se vive, y sólo se aprende viviéndolo.
Respecto a otros valores como la verdad, la rectitud, la paz, y la responsabilidad, el ser humano tiene una inclinación natural hacia ellos, y únicamente se necesita darles seguimiento en la convivencia, y tal vez algún que otro sermón oportuno, para mantenerlos y fomentarlos en los hijos; porque son los ejemplos negativos en la convivencia y la falta de control en la educación lo que suele deformar y desviar esa inclinación natural. Otros valores, como el esfuerzo y la superación, por no ser innatos, además del ejemplo requieren un control permanente para ser inculcados en los hijos; más ahora, que hay tantas banalidades que tienden a desviar su atención.
Creo que las causas fundamentales de la pérdida de valores y principios en la sociedad actual tienen bastante que ver con el consumismo cada vez más atroz que vivimos, como consecuencia de una equivocada forma de entender conceptos como el desarrollo, el bienestar, y la propia felicidad, y de mirar lo material y no lo espiritual como instrumento fundamental para alcanzarlo. Pero como lo material sólo se consigue con dinero, éste se convierte en un valor fundamental que va desplazando a los valores mencionados anteriormente.
A ello contribuye en gran medida la presión comercial. Una vez que se empieza a valorar el dinero más que cualquier otra cosa, la manera socialmente aceptable de conseguirlo es produciendo y vendiendo más y más, lo que sea y como sea, pero hay que vender. Ello provoca una presión comercial que tiende a convencernos de necesidades que no tenemos, a deformar nuestros valores hacia lo material, y a entrar en el círculo vicioso del consumismo, en el que, como para satisfacer esas “innecesidades” materiales necesitamos dinero, nos vemos obligados a entrar poco a poco en el mismo juego.
Cuando se entra en esta vorágine no es fácil recuperar los valores. Para ello hace falta una conciencia clara del problema, y creo que aún estamos un poco lejos de ello. Las sociedades suelen tomar conciencia de este tipo de problemas y empiezan a buscar salidas cuando los problemas tocan fondo, y creo que, por ahora, aún nos hace falta caer más para tocar fondo. Esto no es algo nuevo; la historia tiene ejemplos de sociedades poderosas que llegaron a desaparecer por similares razones, de las que la más conocida, tal vez, es el del imperio romano de occidente.
En cualquier caso, tocando fondo o sin tocarlo, no hay más salida que la conciencia de que es a través de los valores espirituales fundamentalmente, y no de los materiales, como se consigue el objetivo del ser humano. Las religiones tradicionales son una forma, porque todas, en el fondo, proponen dichos valores, aunque de diferentes formas. Pero no necesariamente es cuestión de religión. Los valores están en un plano superior aún; las religiones los adoptan: Pero no es necesario acceder al plano de los valores a través de las religiones. Los valores son accesibles directamente a todos y cada uno de nosotros. Sólo hace falta ser conscientes.
Bueno, hacer de los valores una panacea sin tomar en cuenta quienes son su razón de ser; es vivir en la deriva. ¿Para quién son los valores? ¿Qué objetivo tienen? ¿quién los inventó?
Son interrogantes que hay que dilucidar puesto qué, sobre los valores, están involucrados muchas cosas y muchas persona, pueblos y entidades. ¿Qué valor tiene Dios sobre los valores si es que existe o el Olimpo? ¿ y Platón , Aristóteles, san Agustin, san Juan XXIII, etc.?
¿Qué fueza tienen los valores para doblegar la volontad de hombres y mujeres a su sometimiento? ¿Con qué autoridad podemos decir que los valores son la ínica solución cuan do el hombre puede con toda tranquilidad prescindir de ello y optar por otra cosa?