Por: Bethy Arana.
Santa Ana, El Salvador Centro América.
Las mujeres, en la actualidad debemos luchar mucho más que los hombres por cada milímetro de libertad, seguridad y justicia que la sociedad de doble moral y sistemas machistas nos arrebatan. No solo tenemos que demostrar nuestras capacidades y nuestro valor, sino que se nos exige mucho más, que a los hombres, para poder alcanzar las mismas metas. Es eso igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres claro que no lo es, y por ello, las mujeres debemos despertar y luchar, más, por lo que nos pertenece, no solo reclamar derechos, sino exigir oportunidades en la participación en igualdad de condiciones que al hombre. Reivindicación de la mujer en sus derechos, será cuando nosotras gocemos de oportunidades que permitan, decidir e incidir en la sociedad a través de la investidura de cargos de poder, en la misma condición que el hombre, cargos en los cuales podamos representar a nuestras congéneres, que son más de la mitad de la población salvadoreña y que sintamos las necesidades de nuestra gente, como las siente una madre que nutre el alma y cuerpo de un hijo e hija. A pesar de tener en contra a un sistema político que nos ha desprotegido, y que gozamos de un sistema incapaz de tutelar nuestros derechos y el de nuestros hijos e hijas, a un sistema que solo ha pensado en nutrir y elevar el androcentrismo, olvidándose de que una sociedad justa solo puede existir si se incluye como sujetos de derechos al hombre y a la mujer en igualdad de condiciones, en las oportunidades, para poder desarrollarnos con dignidad. Los políticos hombres, que solo piensan en su ambición de repartirse el pastel solo para su género, han contribuido a denigrar a las mujeres con sus acciones déspotas y discriminadoras, pretenden engañarnos lavándose las manos con leyes de protección a la mujer que al final no aplican, y ni ellos mismos respetan, les vemos haciendo pompa de instituciones protectoras de la mujer que se convierten en programas asistencialistas a costa de el sufrimiento y discriminación que vivimos, pero que poco o nada han impactado la vida de la mujer salvadoreña, viéndonos a las mujeres como si solo somos capaces de aprender un pequeño oficio de bisutería, agricultura o corte y confección, cuando las mujeres podemos y somos capaces de emprender una gran empresa, de ser grandes doctoras, abogadas, grandes políticas etc. Me pregunto a caso algunos líderes políticos tiene miedo de compartir el poder con las mujeres, será que tienen miedo que seamos mejores gobernantes que ellos, porque si lo hacemos gobernaríamos como una madre que procura el bien estar de todos sus hijos e hijas. Y procura el sostenimiento de toda la familia haciendo milagros para sacarlos adelante pese a la falta de oportunidades y a las circunstancias y adversidades. Cuidando el mínimo detalle de no manchar el mantel donde se pone la mesa. O será por su ambición desmedida de tener el control y la envestidura porque sin ella se sienten incapaces de salir adelante. Si hay más mujeres en cargos de poder, prometo que habrá menos corrupción, mas inclusión de los sectores desprotegidos, mas justicia social, mas equidad y menos violencia social. Amigos y amigas mías démosle la oportunidad a las mujeres, ya es tiempo, si somos capaces de hacer milagros en nuestros hogares pese a las limitaciones que enfrentamos créanme somos capaces de gobernar con justicia equidad y oportunidad, para las grandes mayorías.