Todos nos quejamos de la falta de modales de los demás, que tiran papeles al suelo, que los carros echan humo en la calle, sobre todos los buses, que si la vecina malcría a sus hijos, que nuestros compañeros de trabajo mienten al jefe y/o son haraganes; pero cuando toca analizar nuestra propia situación, qué poco objetivos somos; tenemos una dificultad seria en eso. También es importante tener claro a qué nos referimos cuando hablamos de ser más pacíficos y sobre todo, pensar dos veces en vez de responder de forma airada o violenta.
A todos nos queda claro que la tortura, el maltrato familiar, guerras, devastaciones ecológicas, etc. son manifestaciones de violencia, pero ¿cómo identificar y mejorar la violencia en cada uno de nosotros? Primero debe reconocerse la agresividad como algo natural del ser humano. Todos la tenemos, aun los más santos; la diferencia estriba en la forma de manejar estos impulsos, estas respuestas instintivas del ser humano que nos ayudan incluso a sobrevivir.
Una vez reconocida esta fuerza interior, debemos aprender a manejarla, y ese aprendizaje se inicia en el hogar, desde recién nacidos. Es aquí adonde aprendemos a esperar con calma a que la madre nos dé el pecho, pero si a ella se le dificulta esto, puede atendernos muy pronto, tardar mucho o hacerlo ansiosa y/o de mala manera. Infinidad de detalles que pudieran parecer insignificantes irán moldeando nuestra forma de canalizar conflictos. No lo hará de la misma forma alguien que ha sido criado con tranquilidad y paciencia, que el que ha recibido demasiada o poca atención, o atención inadecuada. El hogar es donde iniciamos el aprendizaje de lo que se conoce como «control de la frustración». Hablaremos de ello más adelante.
Lo ideal es aprenderlo en el hogar,pero tambien hay otra oportunidad.Tengo 30 anos viviendo en Toronto,y he aprendido muchas reglas de convivencia y respeto tanto a las autoridades como a las personas que me rodean.Aun adultos podemos lograrlo se trata de comenzar por nosotros mismos y tratar de tranmitirlo a aquel con el tengamos contacto.
Gracias por permitir expresar mi opinion.
Gracias, Emilio. Lo ideal es aprender desde el hogar porque ello casi garantiza el tener esa conciencia colectiva y pacífica de por vida. De no ser así, efectivamente hay más oportunidades, cada día es una nueva oportunidad de aprender. Gracias a usted por ser ejemplo positivo en la adaptación de los emigrantes a otras culturas, y a la «cultura de paz». Ojala sean estos ejemplos los que vayan predominando y no » la cultura de las maras y violencia». El vivir en una cultura más pacífica, como usted, ayuda; el vivir en una cultura violenta no ayuda. Así como hay bastantes ejemplos como el suyo, lamentablemente también hay bastantes que no saben reconocer esas oportunidades; y esa flexibilidad y capacidad para adaptarse es algo que también debería aprenderse en el hogar.