He recibido comentarios sobre el tema anterior, y muchos paisanos en el exterior me piden que externe sus deseos de ser recibidos con la sonrisa que nos ha caracterizado como «el país de la sonrisa» Debo decir que siempre que viajo, he sido bien recibida, pero quizás a veces el cansancio es más fuerte que la camaradería. Paso ahora a hablar de nuestra cultura, pero antes de hacerlo debemos tener claro qué es cultura.
Cultura es todo aquello que una sociedad comparte: criterios, normas, creencias, dichos, forma de conducirnos en nuestras actividades y situaciones de cada día, forma de interpretar las cosas, forma de divertirse, forma de ver la vida… Hay que reconocer que nuestra cultura tiene un fondo de violencia que debemos transformar y moldear a través del aprendizaje de nuevas formas de responder a los estímulos. No con agresividad, ni instintiva o inconscientemente; sino de modo que promueva la resolución pacífica de nuestras situaciones o conflictos.
No es de tontos ni de cobardes el quedarse callados o el proceder con corrección ante una circunstancia que nos parece abusiva, como que alguien nos adelante en una cola, o que un carro corra a la par del nuestro. Ni tenemos que actuar de inmediato y darle un golpe al hijo que cruzó la calle sin mirar, o tiró algo sin querer. eso sí, trataremos de evitar cualquier daño colateral de esas acciones al instante, pero tomaremos un tiempo (segundos al menos) para concretar una respuesta apropiada.
Trataré de ir abordando los escenarios más comunes para inculcar «la paz» en nuestra forma de conducirnos en ellos: El hogar, el trabajo, la escuela, el transporte y los lugares públicos, etc. También me gustaría poder analizar casos de la vida real y ofrecer una forma más adecuada de haber resuelto el conflicto. Como soy nueva en esta empresa, agradeceré sus comentarios, opiniones, sugerencias y todo lo que deseen para llevar a cabo la tarea de la mejor forma posible; esto es, que sea de utilidad para ustedes, queridos lectores.