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LAS TERAPIAS QUE ALIMENTAN MI ALMA

Quisiera hacer una reflexión sobre el tiempo y el esfuerzo que me ha tomado el poder llegar a ejercer mi profesión y a ofrecer mi servicio profesional, al  que la gente accede muchas veces sin plantearse dicho aspecto. Eso de dar consejos parece ser algo tan sencillo, que nos los dan las vecinas, las vendedoras, las peluqueras, y, en fin, casi todos aquellos con los que nos cruzamos en nuestro diario vivir; muchas veces, incluso; sin pedirlos. En mi caso, esta «sencilla» profesión ha significado alrededor de catorce años de estudio y prácticas sin remuneración alguna, sino por el contrario, debiendo hacer una costosa inversión económica por la preparación en el exterior.

Por otro lado y para no «contaminar» a mis consultantes con mis propios problemas, hube de efectuar mi propia psicoterapia durante alrededor de tres años, cuyas sesiones, lógicamente, debía pagar, porque eran profesionales. También debemos tener nuestra psicoterapia profesional mientras ejercemos nuestra profesión ya que para realizarla adecuadamente debemos estar continuamente purificando y analizando nuestra mente. Todo ello sin olvidar  los continuos estudios de actualización de conocimientos y nuevas técnicas. Cabría preguntarse si merece la pena tanto esfuerzo para terminar haciendo lo mismo que puede hacer la vecina o casi cualquier otra persona, pero es demasiado fácil entender que en todo ese tiempo de estudio, entrenamiento y experiencia, algo se aprende ¿no?; o sea, algo más que lo que puede hacer cualquiera.

Hay quienes consideran que al tratarse de un servicio humanitario, no debería ser pagado. Otros entienden que como tal conocimiento profesional debe ser valorado y compensado económicamente; y son pocos los que son conscientes de que el servicio que pagan no incluye solamente el conocimiento profesional aplicado a su situación personal, sino la dedicación, la ética, la confidencialidad, la entrega en la ayuda, el calor humano, y aun la fortaleza para soportar el stress y los malos ratos que nos causan cuando hay que contrariarlos para su mejoría, lo que frecuentemente les lleva a identificarnos como “el enemigo” y no el aliado que buscaban. Acabamos dejando el alma para aliviar otras almas. Por todo ello, nuestra profesión es cada vez más difícil. Lo que sí es una realidad en casi todo ser humano es que no que no tiene costo no suele surtir el mismo efecto, porque no se valora igual; a veces hasta casi se desprecia de una u otra forma.

Pese a eso, nunca he dejado de dar consejos gratuitos, pues aún no he aprendido a ver el dolor humano con indiferencia. Recientemente tuve la oportunidad de ser reconocida por uno de esos receptores, y debo decir que cuando le escuché recordar que era un niño que las Hermanas del Centro de Menores llevaban a mi consulta, y hablar con precisión de dónde guardaba los juguetes, de que me recordaba más alta, y de lo que le había servido mi ayuda en su vida, estuve a punto de llorar de alegría y le agradecí a Dios haber realizado aquel y otros sacrificios económicos, ya que, a cambio, ahora veía el resultado; más aun, sentía el resultado en mi alma. Sí, esas terapias son las que han alimentado y mantienen mi alma sonriente.

4 thoughts on “LAS TERAPIAS QUE ALIMENTAN MI ALMA

  1. Muy humano doctora, Dios le bendiga por toda esa ayuda que ha podido brindar a los necesitados de ella. Deseo que cada día sea llena de más sabiduría de lo alto para
    seguir con su llamado, ya que personalmente creo que lo suyo es vocación, una necesidad
    de su alma para sentirse feliz……ayudando a los demás.
    Bendiciones.

  2. Gracias por su ayuda, es dificil de entender aveces porque damos consejeria gratuita, pero como dice dios no da mas ..cuando se hace de corazon..

  3. Felicidades Dra. recuerdo mucho cuando la entrevistaban en la televisión allá por la década de los 90″s, su profesión es de las más valiosas y mejor cotizadas, en nuestro país violento y subdesarrollado deberia ser de primera línea ya que todos los problemas sociales son producto de trastornos emocionales y todas las personas deberiamos tener un profesional de su área.
    El ministerio de salud no debe solo enfatizar sus políticas a las enfermedades del cuerpo.

  4. En nuestros paises deberían haber políticas adecuadas de salud mental, independiente del partido político en el poder. Desgraciadamente no las hay y el del caos mental de la sociedad, e incluso su incidencia en la produccion y desempeno laboral es inmeso. Tambien influye enormemente en la criminalidad.

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