Feb
27

MADRES QUE TRABAJAN

Las mujeres hemos entrado en el mundo profesional y laboral, y lo que antes era extraño, actualmente es lo más común. Pese a la emancipación que esto ha supuesto el avance en temas de igualdad ha sido solo parcial, ya que a la hora de aportar los ingresos a la causa familiar y distribuir las tareas del hogar, en la mayoría de los casos sigue siendo la mujer la que asume la mayor parte. De alguna manera se ha dado un paso adelante, pero sin concientizar a los caballeros de que si existe igualdad, también el hogar y el cuidado de los hijos es algo a compartir, al menos a partes equitativas.

Sin embargo, pareciera que debemos sentirnos hasta agradecidas de que nos permitan laborar y estar siempre dispuestas y de buena cara a servir en el hogar. Parece que los caballeros son los únicos que se cansan, tensan, enojan y tienen problemas en los trabajos, mientras que nosotras, las mujeres, siempre nos estamos deleitando con los mismos y si alguna vez nos quejamos la respuesta suele ser algo así como: «tú lo has elegido». Sería bueno que hubiese alguien que nos recibiese con una sonrisa, un refresquito y/o una comida apetitosa.

Si usted es de las madres que ganan el sustento del hogar, sonría; pero empiece a exigir (con dulzura y firmeza) que se le valore y comprenda si no siempre puede sonreír. Existen otros países donde ya no solamente se toman en cuenta estos aspectos sino que también se le permite al hombre ejercer la labor del que se queda en el hogar. En estos casos, tampoco nosotras estamos exentas de cooperar con ellos en el hogar.

Algunas veces se me tilda de feminista, pero si se dan cuenta más bien soy equiparatista; o sea, pienso que Dios y/o la naturaleza nos creó biológicamente diferentes para lograr una procreación, pero, aparte de eso, en la mayoría de los aspectos, todo es compartido. Esto incluso favorece la crianza y educación de nuestros hijos.

Este último mensaje va para los que regresan tensos del trabajo: es bueno que expresen que se sienten de mal humor, pero no deben mantener  un estado eterno del mismo, traten de no llevarse trabajo a la casa , aunque algunas veces es imposible no hacerlo, al menos, túrnense dentro de lo posible. Recuerden que la mayor y más importante empresa es el hogar. Trate de ser empresario de éxito en el mismo. Y a usted, madre exigente consigo misma recuerde que usted también es humana y necesita un poco de comprensión.

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