nunca como ahora ha estado tan confusa la frontera entre ambas cosas, porque el consumismo atroz a que nos empuja la exagerada presión comercial que vivimos (sufrimos) en la actualidad, provoca una crisis de valores en la cual el ser humano se siente bastante incómodo, y busca ansiosamente una satisfacción, una respuesta, o nuevos valores que devuelvan el sentido a la vida. […]